El maní es un fruto seco también conocido como cacahuete o cacahuate, muy común en la alimentación de muchos países y una excelente fuente de proteínas, grasas saludables, vitaminas y minerales. El maní se puede consumir tostado, crudo, como mantequilla de maní o en diversas preparaciones culinarias.
Se trata además de un ingrediente especialmente popular en la cocina asiática. En muchos países del continente, como China, Tailandia, Vietnam y Filipinas, se utiliza en una gran variedad de platos, tanto salados como dulces, ya que es un ingrediente común en postres como el helado de cacahuete y los pasteles de cacahuete
El maní crudo es el fruto seco en su estado natural, sin ningún tipo de procesamiento previo, por lo que conserva todas sus propiedades nutricionales; es decir, es un tipo de maní que no ha sido sometido a ningún proceso de tostado, frito o cocido.
Este maní al natural se consume comúnmente como snack o ingrediente en diferentes preparaciones culinarias. El maní crudo se caracteriza por tener una textura más suave y un sabor más suave y dulce que el maní tostado (éste último es el resultado de tostar el maní crudo a alta temperatura, lo que le da un sabor más intenso y crujiente)
El maní crudo también es una fuente rica en proteínas, fibra, grasas saludables y otros nutrientes importantes para el cuerpo y es ideal para aquellos que prefieren alimentos menos procesados y desean controlar la cantidad de aceite y sal que consumen.
Se trata de un snack saludable que puede ser consumido en cualquier momento del día y que aporta una gran cantidad de energía y nutrientes. Además, puede ser utilizado en la elaboración de muchas recetas, como ensaladas, salsas y guisos.
¡En resumen, se trata de un ingrediente versátil que se utiliza en muchas culturas y platillos aportando su sabor único y textura crujiente!